VIAJE A VALONSADERO Y NUMANCIA (SORIA)
Día 5 de Noviembre de 2016

Dedicamos un solo día para realizar este viaje. Nos interesaba ver el estado actual de la ciudad de Numancia, después de la estupenda conferencia que nos ofreció el Doctor D. Alfredo Jimeno, sobre las últimas excavaciones y, ya de paso, visitar las pinturas rupestres en el Valonsadero (Soria). Agradecemos al Dr. Jimeno la gentileza de acompañarnos en todo su recorrido.

Salimos a las 8 h. del lugar de siempre. En el cruce de la carretera de Soria con el desvío hacia el Valonsadero, se incorporó el Dr. Jimeno. Empezaba a llover; cuando llegamos a nuestro destino y comenzamos el recorrido, arreciaba la lluvia.

El Monte Público de Valonsadero es de unas 2793 ha. y está situado entre la Meseta y el valle del Ebro. Presenta monte, pradera y vega, con muchos y variados roquedales, con utilidad al Ayuntamiento de Soria.

Por su fácil acceso, ha sido utilizado a lo largo de los siglos (desde los celtíberos hasta la actualidad) para el pastoreo, la agricultura temporal y otros esparcimientos; aun hoy se celebran allí las fiestas de San Juan, con tauromaquias (subida de los toros) en el solsticio de verano. Consecuentemente, las pinturas realizadas en los abrigos de las rocas, se han deteriorado bastante, por lo que ha sido necesario protegerlas con vallas metálicas, lo que representa una dificultad para obtener una buena visibilidad. La insistente lluvia y los paraguas añadían un obstáculo más.

Este lugar fue estudiado por Teógenes Ortego en 1951. Situó la realización de estas pinturas al final de la Edad del Bronce en el II ó III milenio. Hay unos treinta y cinco abrigos decorados con pinturas que se encuentran en paredes verticales, viseras, etc… En el primer tramo hay 15 ó 20 cuevas que están señalizadas con paneles informativos. Estilísticamente las incluimos en el arte esquemático de influencia de Arte Levantino con tradición autóctona. La expresión artística es de dibujos esquemáticos o lineales donde aparece el hombre solo, con animales o instrumentos de agricultura, es decir predominan las figuras antropomórficas junto con cuadrúpedos en escenas de pastoreo, caza o recolección. En algún momento se ha pensado que podrían tener un sentido mágico–religioso.

Los dibujos están realizados con tintas planas y trazados de líneas, más o menos gruesos, y rellenos con pintura. El color más utilizado es el rojo, sacado de las vetas de hierro y el negro, obtenido del carbón, con agua y grasas de animales. Las figuras se superponen aprovechando los salientes de la roca.

En nuestro recorrido, contemplamos un primer espacio grupos de figuras con trazo grueso. Pero en la siguiente hay una erosión en el centro con una torrentera que ha perjudicado las pinturas. Más adelante vimos el llamado de las ”Medusas” porque aparecen unas pinturas en forma circular, algunas con un punto en su interior y líneas descolgadas, quebradas, además de ciertas figuras abstractas junto a otras en las que se percibe como un varón y un cuadrúpedo. Todo este conjunto se ha interpretado como una posible escena mágica totémica, o un simple ritual con motivos circulares.

Seguimos el recorrido y observamos en otro abrigo una serie de figuras femeninas en una danza y con ellas dos figuras varoniles. En el siguiente un hombre con un palo en la mano (quizás sea un palo cavador), hay animales a su lado y un perro delante. En el último lugar el dibujo estaba muy desvaído: con dificultad se percibía un grupo bastante numeroso de personas, entre las que se podía apreciar la presencia de figuras femeninas, se ha interpretado como posible representación de la sexualidad .

En general todas las pinturas tienen un trazo axial como tronco, aumentado en la cabeza y piernas abiertas (casi siempre) entre las que suele estar muy marcado el sexo masculino y la musculatura y en las figuras femeninas, marca los senos representados por un punto.

La lluvia arreciaba cada vez más. No pudimos continuar nuestro recorrido por estas interesantes pinturas rupestres.

Después de comer en el cercano Garray (estupendamente), iniciamos el camino hacia Numancia, donde el profesor nos esperaba.

Primero entramos en el Aula de Interpretación. Tras el visionado de unos objetos y la grabación de un vídeo. Posteriormente empezamos nuestro recorrido, con la maqueta situada al lado del Aula, allí nos explicó cómo fue la rendición de los celtíberos y el asedio al que fue sometida la ciudad durante veinte años, por distintos generales romanos. En el año 134, Roma envió a Publio Cornelio Escipión el “Africano”, quien rodeo el lugar con siete campamentos unidos entre ellos por un muro de unos nueve kilómetros de perímetro, reforzado por torres y precedido por un foso.

Al salir del Aula vimos a nuestra derecha, un monumento de piedra con pedestal sobre el que se levanta un obelisco, hay unas lápidas dedicadas a los héroes del lugar y que fue inaugurado por el rey Alfonso XIII en el año 1905. En el lado opuesto existe otro pedestal, sin acabar de levantar, que fue comenzado a construir por suscripción popular por la Sociedad Económica de Soria. Debajo parece ser que existían unos pequeños baños de los que solo conserva parte del caldarium.

En nuestro recorrido por el yacimiento de la ciudad numantina, pudimos apreciar su planificación urbanística, los restos de las casas agrupadas formando una manzana, y su situación escalonada para combatir el frío del norte, las calles celtibéricas con el empedrado de las aceras y las piedras pasaderas para cruzar las calles sin mojarse en tiempo de lluvia, y los típicos aljibes.

En eso llegamos a la reconstrucción de una casa romana, realizada en piedra y cubierta con madera y vegetal, quizás de centeno, el patio tiene un horno y un pequeño pozo. Y tras un reducido vestíbulo, se da paso a la casa, en su interior la cocina en la que hay un horno, un banco corrido, en un pequeño saliente hay un telar y de ahí se pasa a un lugar con una cama y un arcón; al fondo hay una habitación con aperos de labranza que da salida a un corral para animales.

Un poco más adelante nos explica la superposición de calles en la que se advierte la rectificación de los romanos en la celtibérica. A mitad de la calle en el patio de una casa hay un aljibe cuadrangular con unas escaleras para bajar. Seguimos y junto a las casas celtibéricas se ha construido un tramo de un muro con base de piedra y parapeto superior, que deja un paseo de ronda.

Giramos y entramos en una casa celtibérica. Está construida con base de piedra, paredes de adobe y pilares de madera, cubierta como la vista anteriormente con tejado vegetal. Su planta es rectangular, dividida en tres tramos: uno reservada para labores del hogar, la segunda tiene una trampilla en el suelo que se levanta y se ve unas escaleras que dan paso a una estancia a modo de bodega o arcón para guardar viandas, al lado otra habitación con el hogar, en la trasera una puerta que da paso a un cobertizo para los animales.

En la zona sur se encuentran las casas de mayor lujo, en ella se sitúan las casas de mejor estructura y belleza. Tratando de imitar el gusto romano, ordenando las habitaciones alrededor del atrio. Debían tener decoradas las paredes con pinturas, hoy están perdidas. Las cubiertas eran de teja.

Terminada la visita, nos despedimos del profesor Jimeno, que con tanto entusiasmo nos acompañó durante nuestro recorrido. Iniciamos nuestro regreso hacia Madrid. La lluvia nos siguió acompañando.