VIAJE A BAELO CLAUDIA (TARIFA) Y SEVILLA
Días 9, 10 y 11 de Marzo de 2018
El viernes día 9 a las 15,45 horas de la tarde salimos de Madrid en dirección a Sevilla. Tras las dos paradas de rigor, una en Motilla del Palancar y otra cerca de Sevilla, llegamos al Hotel de Valencina de la Concepción.
A la mañana siguiente (en torno a las 9 aprox.) nos encaminamos hacia Sevilla para reunirnos con nuestro presidente D. Manuel Bendala, su esposa Dª Concepción Quintanilla y con Dª Olivia, arqueóloga, que nos acompañarían durante todo el recorrido. Entramos a Baelo Claudio por San Fernando-Santi Petri, el Heracles gaditano.
Ya en el Centro de Interpretación y como introducción a la visita D. Manuel Bendala había preparado un power-point recopilando las excavaciones realizadas en el lugar. El montaje no funcionó y lo suplió con una interesante explicación sobre el tema. Dado que el tiempo era desapacible, con fuerte viento y lluvia comenzamos la visita por el Museo.
Después de comer en un restaurante al pie de la playa de Bolonia y a la puerta del yacimiento, iniciamos el recorrido. La lluvia había cesado. El terreno aún se hallaba encharcado y unas bombas de achique iban quitando el agua para evitar que dañase los cimientos de la excavación. Como fondo del paisaje un rebaño de ovejas pastando apaciblemente. Pudimos saborear al máximo cada uno de aquellos vestigios del pasado.
Este lugar se dio a conocer en 1967, aunque Pierre Paris lo había visitado en 1914 y en 1917 se habían hecho excavaciones de forma sistemática, bajo la dirección de los franceses con publicaciones de La Casa Velázquez. Posteriormente será Jorge Bonsor (cuya figura es clave en la recuperación del yacimiento) y el que publicará dos tomos sobre la Necrópolis.
El estudio de la ciudad puso al descubierto junto a materiales de origen romano, otros restos fenicios en la llamada Silla del Papa, lo que permite pensar que este lugar fuera un primer asentamiento fenicio, que después ocuparía la “urbs de Baelo Claudia”. Su situación es estratégica porque por ella transitan los túnidos, de oeste a este y viceversa, cuando pasan a desovar y pueden ser capturados con las almadrabas.
El lugar y alrededores aparece ya tratado en diversos textos antiguos. El Estrecho es denominado Briadero. En este lugar se nombran los rebaños de Jerión que intenta robar Heracles, aunque también se podría situar en Vejer de la Frontera.
Baelo Claudia está emplazada en la zona conocida como Bolonia, en la provincia de Cádiz, a pocos Kilómetros de Tarifa. Se inició su construcción en el siglo II a C. Anteriormente fue conocido como Bailo-Bailorum relacionada con el norte de África, especialmente con Marruecos. Quizás pudo ser el centro comercial de la industria de la salazón y del garum. Estuvo en vigor hasta el siglo II d C. en el que quedó en parte destruida por un maremoto. Ya para entonces había comenzado su decadencia como consecuencia de las influencias del norte de África y de las hordas germánicas.
El trazado de esta ciudad se corresponde bastante con el clásico modelo romano. El Cardo y Decumano y el Foro en el centro; tres necrópolis extramuros: uno en dirección Gades, otro hacia Carteia y otra hacia el norte, con sencillas tumbas y grandiosos mausoleos; viviendas sencillas en la periferia para los trabajadores y ricas “domus” en la zona sur. Reconstruir el urbanismo presenta dificultades porque los restos que se han ido encontrando acusan cambios en él provocados por los cambios políticos.
En cuanto a la distribución interna, cercada por una muralla poligonal, quedaba articulada por las dos vías principales. En torno a ellas se situaban los lugares importantes de carácter público (foro, templos, basílica, teatro, mercado, etc.) y los privados (viviendas, tiendas etc).
Todo el conjunto tenía alcantarillado y cuatro acueductos traían el agua desde la sierra.
Lo primero que se excavó fue el Foro, lugar donde se realizaban los acuerdos comerciales, jurídicos y administrativos. Tiene forma rectangular, delimitado al norte por el Capitolio y al sur por la Basílica y en los laterales las tiendas. Mide 11,5 por 8 mts. Está pavimentado con grandes losas. Representa el diseño de época imperial: un gran espacio que tiene a un lado el Capitolio y la Basílica y en la zona norte unas escalinatas daban acceso a la plataforma de los templos. La plaza se puede denominar “Área Focense” por tratarse de un conjunto de edificios que la rodean.
Sobre una amplia terraza se sitúa el Capitolio, con los tres templos clásicos dedicados a Júpiter, Juno y Minerva. Son edificios tetrástilos, independientes, separados por pequeños corredores. El central también está dedicado al emperador. En la parte sur, existen muros cuyos extremos laterales se comunican con el Foro mediante escalinatas.
Al lado del Capitolio y al noroeste del Foro, en la zona preferencial, se encuentra un Templo dedicado a la diosa Isis. A partir del siglo I proliferan los cultos orientales, entre ellos los dedicados a esta diosa, con rituales para iniciados. El santuario tiene forma rectangular de 29,85 por 17,70 mts. cercado por un muro y una escalinata para el acceso a él. Se observan dos espacios: uno dedicado al culto y otro de tres habitaciones para uso doméstico y para iniciar a los nuevos sacerdotes. En el centro de la cella, delante están los elementos de ritual: pira, bañera y aljibe, con cinco escalones. Estos rituales se pudieron realizar hacia el año 80 del siglo I d.C. Se conoce que estaban destinados a la diosa Isis ya que aparece su nombre grabado en unos píes.
Al sur del Foro se construyó la Basílica, próxima al decumano y el centro de la actividad comercial. Se accede a ella desde el Foro por tres puertas. Tiene esta Basílica planta rectangular a dos niveles mide 36,5 por 19,50 mts. y está articulada en torno a un espacio central rodeado de columnas de orden compuesto y jónicas. El muro es de hormigón con mampostería. En el interior las paredes tienen decoración con estucos y pinturas murales.
El Teatro es el edificio más monumental, aunque en los años 60 ó 70 d. C. (época de Nerón y Vespasiano) esta ciudad no era muy importante. Está situada entre la parte baja cerca de la muralla, con la fachada paralela al decumano. En las caveas, como en todos los teatros romanos, se sentaban los ciudadanos según su categoría social, siendo reflejo de la sociedad. La Orchestra estuvo cubierta con grandes losas de mármol. Tenía fuentes en la misma y se suministraba su agua de la zona oeste del graderío. Este teatro fue abandonado en el siglo III. Desde el siglo IV hasta el siglo VII estuvo ocupado por viviendas.
De las Termas se conoce lo excavado por Mayet en 1970. Está situado al lado de la puerta occidental o de Gades, aunque se supone que existirían más termas en otros lugares, pero no se han encontrado. Las termas comprendían tres espacios bien diferenciados: la fachada, en el centro, que estaría flanqueada por cuatro tiendas en cada lado y colocada delante de la palestra. Los usuarios entrarían por la zona del frigidarium, pasarían después al tepidarium y desde allí al caldarium, alimentado por el calor procedente de los hornos. Además dos piscinas: una para la aspersión y otra para la inmersión.
El Macelum o zona comercial está formado por tiendas o tabernae, con fachadas a la calle. Después del siglo III comenzó la degradación progresiva y su desaparición.
De entre los objetos encontrados cabe destacar algunos muy interesantes: como una estatua de Trajano, que presidiría la Basílica mayor, una pequeña representación del dios Júpiter en bronce hallado en el Foro, unas placas votivas dedicadas a la diosa Isis, dos Silenos recostados y que fueron localizados en el teatro, un Ara con rango de Municipio. Además de gran cantidad de capiteles, fustes, ánforas, etc. y un reloj solar. Terminada la visita al yacimiento de Baelo Claudia regresamos a Santiponce.
El domingo día 11 por la mañana, nos fuimos a Sevilla para visitar el Alcázar de los Reyes Cristianos. En esta ocasión la explicación corrió a cargo de Dª Concepción Quintanilla doctora y profesora especialista en temas de la época medieva
Comenzamos la visita del Alcázar por el Patio de la Montería, donde se reunían los monteros reales antes de salir de cacería; es el principal patio de distribución y formó parte del Palacio del siglo XII.
Pasamos a la Sala de Justicia o del Consejo, mandada construir por Alfonso XI, que tiene forma cuadrada con cubierta ochavada.
Seguimos a la Sala de Yeso, con una alberca y un pórtico perteneciente al Palacio Almohade del siglo XII. Tiene una pared enyesada con arcos polilobulados, sebka y pequeñas columnillas califales y decoración de yeso en la zona sur, restos almohades de los pocos que se conservan, una puerta con arco de herradura y dos ventanas conforman el soportal.
En el llamado Cuarto del Almirante que fundó Isabel I de Castilla, la Católica (La Casa de Contratación de las Indias), por una Real Cedula fechada en enero de 1503. Desde aquí se originaron las famosas expediciones de Juan de la Cosa, Yáñez, Pinzón, Núñez de Balboa, Cabeza de Vaca entre otros y las de Elcano y Magallanes. Contiene este cuarto una reproducción de la carabela Santa María y está decorado con ricos tapices. Este aposento comunica con la Casa de Contratación, es una sala amplia con techo y decoración geométrica. Preside el testero un cuadro de la Virgen de los Mareantes o Navegantes, que acoge bajo su manto a indígenas americanos y conquistadores.
Pasamos después al Palacio del Rey Don Pedro. Fue construido sobre el palacio gótico de Alfonso X. La puerta de entrada es rectangular, con dintel de dovelas decoradas con motivos geométricos, dorada y coloreada igual que las puertas. Tiene algunos escritos en árabe siguiendo los modelos andalusíes, como hicieron también otros monarcas posteriores. La parte baja está decorada con azulejos, en los que se indica el año de su construcción. La portada tiene diez columnas realizadas en el momento de la restauración, son columnas de acarreo , dan a un pasillo que conduce al Patio de las Muñecas ( zona privada del palacio, se cree que era la zona ocupada de la reina) Se ha llamado así por las cabecitas que encontramos entre las columnas. Pero la zona pública del Rey D. Pedro era el Patio de Las Doncellas.
El Patio de las Doncellas ocupa un espacio de 11 por 21 mts .Contiene una alberca en el centro y cuatro estancias alrededor, con arcos de medio punto enlazados y arcos lobulados, todo en yeso. Las paredes están decoradas con yeso y la cubierta de madera, muestra una decoración muy variada: lacerias, conchas, palomas, la mano de Fátima y cartelas con escritos en cúfico. Un alicatado con motivos geométricos recorren la parte inferior de la estancia . En la alberca central se reflejan los cuartos laterales y da frescor al ambiente; a ambos lados hay dos zanjas que tienen entrecruzados de ladrillos en sus paredes. Según las últimas excavaciones se aprecian señales de pintura dentro de ella, simulando olas y motivos de laceria. En el piso superior se realizó, en época Renacentista, la boda de Carlos I con Isabel de Portugal. En el siglo XV, en tiempo de Felipe II, se construye la techumbre en forma de medio punto decorada con casetones que contienen motivos geométricos, cabezas humanas y florones. En el lado meridional se abre una puerta llamada Arco de los Pavones, que presenta tres arcos de herradura y está encuadrada por un alfiz, todo ello aparece profusamente decorado y enmarcado por otro arco, en las enjutas, unos pavos reales que dan nombre a este Arco.
Pero el recinto más lujoso es la Sala de los Embajadores, donde el rey D. Pedro recibía a los personajes más importantes, de ahí su riqueza. Es una sala cuadrada a la que se accede por una puerta tripartita de arcos de herradura y está cubierta con una gran cúpula, decorada con labor de lacería, formando estrellas polícromas.
La zona inferior de las paredes está tapizada de azulejos con motivos geométricos coronados por una franja con motivos cúficos.
El arco central, decorado con castillos y leones y una estructura de mokárabes que dan paso a una nueva banda coronada con idénticos motivos, bajo la cual se hallan colocados los retratos de los reyes, desde los godos a Felipe III, enmarcados en arcos lobulados debajo de una composición gótica. Se abren al exterior cuatro balcones de forja cada uno asentado sobre tres dragones. Completan la decoración de esta sala con varios espejos colocados en el siglo XIX. Todo este conjunto tan recargado da la sensación de “horror vacui”.
Terminamos visitando el Palacio Gótico. Durante el reinado de Alfonso X, época de esplendor, se creó en el Alcázar una escuela de traductores similar a la escuela de traductores de Toledo. Conforman el Palacio dos salones rectangulares paralelos y otras dos estancias menores, cubiertas por bóvedas de crucería; cuatro escaleras de caracol daban acceso a la terraza convertida en Patio de Armas. En época de Felipe II se transformaron las ventanas ojivales en cuadradas, para hacer la estancia más luminosa. En este lugar se celebró la Boda de Carlos I. La parte inferior o zócalo, esta revestida de cerámicas polícromas planas, en las que aparecen las efigies del emperador y de la emperatriz. Al lado, la Sala de los Tapices, destruida por el terremoto de Lisboa y reconstruida posteriormente, se colocaron los tapices con la representación de la Conquista de Túnez.
Los bellos Jardines con los que cuenta este Palacio, no podían ser visitados aquel día, estaban cerrados por causa del temporal, dando por finalizada aquí nuestra visita.
Damos las gracias a nuestros anfitriones, pues a la salida de la visita caía agua a mares, por lo que debieron de llegar a su casa empapados.
Después de la comida iniciamos el regreso a Madrid y llegamos a la hora convenida.